¿Cómo te explico NORUEGA?
Con Agus, quien fué mi gran compañera en la mayor parte de este viaje, llegamos a Oslo un jueves a eso de las 6 de la mañana. Era mi segunda “Work & Holiday”, después de haber estado el año anterior en Dinamarca. Y realmente mis expectativas eran pocas. Copenhague había quedado marcada a fuego en mí, y no le tenia mucha fe a Noruega: Me la imaginaba mucho mas fría, con una cultura más aburrida y una vida mucho más tranquila. Y mi momento no era el mejor: Esta vez, mi mochila además de abrazos y el cariño de mi gente, tenía un par de blíster de ansiolíticos y antidepresivos que habían sabido ser el catering oficial de un momento lleno de incertidumbre, acompañado por ansiedad, bajones, dudas y, por, sobre todo, miedo. Y si bien ya eran parte del pasado, estaban ahí, eran esa cajita de “En caso de emergencia, rompa el vidrio”. En Ezeiza, rumbo a una nuevo aventura. El viaje había sido largo. Para abaratar costos, hicimos una ruta rarísima y hasta excéntrica, que co