BOSNIA Y HERZEGOVINA: "Las aventuras del carnicero Mladić y sus amigos"
Estábamos en Mostar y había que partir rumbo a Sarajevo. La opción que más me gustaba era la de tomar un tren que une ambas ciudades separadas por 129 KM. Si, hasta en países menos desarrollados que la Argentina, unir a dos ciudades un tanto distantes entre sí es una posibilidad posible, valga la redundancia y siendo un poco irónicos con el sistema ferroviario argentino. Y no me refiero simplemente al hecho de que exista un tren que una a las ciudades en cuestión, sino a que tarde un tiempo razonable, tenga una frecuencia lógica y un precio acorde. Y es que, ¿Cuántos de los que vivimos en Argentina, cuando tenemos que viajar de Buenos aires a Rosario, o de Santa Fe a Rafaela, pensamos naturalmente en hacerlo en tren? Solo aquellos que están un poco inmersos en la materia, son un poco más aventureros o buscan ahorrarse unos pesos, analizan dicha posibilidad. Volviendo al tema, la otra opción era viajar en bus, y parecía la más viable, porque no había que despertarse tan temprano para tomar el tren (No es que me contradiga, pero levantarse a las 5 y pico de la mañana cuando estás de viaje y relajado, no es la opción más seductora) y costaba apenas unos marcos bosnioherzegovinos más. Pero, tomando unas cervezas la noche anterior en el hostel donde estábamos hospedados, charlando con un colega venezolano llamado Alejandro, radicado en Barcelona y anti-chavista por un mix de herencia y autodeterminación, nos comentó que él viajaba a dedo porque para él, cada moneda que se podía ahorrar lo ayudaba a solventar un viaje alrededor de Europa que llevaba ya varios meses.
Debo ser una de las
pocas personas del mundo que piensan de esta manera, pero me gustan los viajes
largos en tren o en bus. Me parecen una excelente oportunidad para estar en
contacto con uno mismo, y hacer las cosas que normalmente no te das el tiempo para
hacerlas. Para los hiperquinéticos y ansiosos, tomarse un rato para simplemente
escuchar música o leer un libro es toda una hazaña, pero en esas pequeñas
pausas que te da un viaje de larga distancia, muchas más opciones no tenés,
(Aunque poco a poco el WI-FI comienza a adueñarse del rubro “pasatiempo” en
todos los medios de transporte). Por eso, no me seducía del todo usar el tiempo
de viaje para compartirlo con un desconocido al que obviamente iba a tener que
darle charla. Pero el espíritu aventurero y por qué no, el beneficio de
ahorrarse unas monedas que no iban a venir mal, estuvieron por encima del
capricho “Ansio-perquinético”, y así fue como tuvimos nuestro debut a la hora
de hacer un cartel que de un lado decía “Mostar” y del otro decía “Konjic”, que
era una ciudad a mitad de camino, porque entre otros consejos útiles que nos
dio nuestro hermano sudamericano, estaba el de “Primero intentar llegar a una
ciudad intermedia, por si no era posible encontrar a alguien que te llevara
hasta el destino final”. De esa manera aumentaríamos las posibilidades de poder
llegar a dedo, aunque sea parcialmente. También nos explicó que lo ideal es
encontrar una calle, ruta o autopista que no tenga otra salida que al camino
que debemos tomar para llegar a nuestro destino. Y para nosotros fue una suerte
que ese punto estaba localizado junto a la terminal de buses, con lo cual, si
no teníamos éxito en nuestra aventura, podríamos simplemente ir y tomar un bus.
UN SULTÁN CON ALGO QUE CONTAR
Estuvimos bastante
tiempo intentando que alguien nos llevara, sin demasiada suerte, hasta que,
cuando estábamos cerca de desistir, paró una camioneta Audi Q7 y nos ofreció
llevarnos hasta muy cerca de la entrada a Sarajevo. Tomé la posición de
copiloto, y para mi sorpresa, esta persona solo hablaba en bosnio, árabe y algo
de alemán. No es que sea poco, sino que me refiero a que escaseaba de la lengua mundial (Querido Esperanto, ya lo destronarás!):Su inglés era casi nulo, con lo cual me pregunté cómo podía esa
persona tener ganas de compartir su viaje con dos personas con las que
prácticamente no iba a poder hablar. Pero Samir, que se hacía llamar “Sultán” (Quizás
haciendo también un poco alusión a su estatus social), era así. Se lo veía
feliz y despreocupado, y seguramente no tenía problema en compartir ese viaje
con nosotros más allá de la condición recientemente mencionada.
A duras penas,
logramos intercambiar algunas palabras y conocernos un poco. Así fué como, de
nuestro intercambio inicial, concluímos que era el dueño de una empresa de
servicios de limpieza, que vivía cerca de Sarajevo, que estaba casado y que si
mal no recuerdo tenía dos hijas. Pero se notaba que Sultán quería ir un poco más
allá y de que tenía algo para contarnos. Nos empezó a hablar de algo que
indudablemente tenía que ver con la guerra. Hablaba de los musulmanes, pero no
sabíamos si era musulmán y hablaba favorablemente de ellos, o todo lo contrario,
en un país donde las guerras religiosas y territoriales eran aún un tema
reciente. Sabiendo que Bosnia-Herzegovina está habitado por bosnios musulmanes,
bosnios croatas y bosnios serbios (Sí, a pesar de ser un país independiente, lo
habitan personas de estas tres nacionalidades y está dividido en tres regiones
relativamente autónomas, representando a cada una de ellas), y donde la
religión fue motivo del derramamiento de sangre de miles de personas, había que
ser cauteloso a la hora de hablar con alguien que recién acabamos de conocer. Pero
Samir era perseverante y no se rendía en su afán de que entendiéramos lo que
nos quería contar. Al ver la dificultad que había para que lo entendiéramos, me
empezó a deletrear algo que no tenía ninguna posibilidad de descifrar, y entonces
me pidió que lo anotara para poder
buscarlo después en internet. Debo admitir, y bruscamente hablando, que no entendía
un pomo lo que me decía, y el resultado de lo que logré interpretar, era que
quería que buscara información sobre “Srebrenitza”, que no sabía si era una
persona, un lugar o vaya uno a saber qué. Posteriormente, metió su mano en un
pequeño espacio que hay entre los dos asientos delanteros, y saco una pequeña
bolsita gris brillante y me la dio. La abrí y encontré un parche con un agujero
blanco en el medio y algo así como pétalos verdes a su alrededor, lo que
parecía ser una flor. Normalmente hubiera pensado que me lo estaba regalando,
pero estaba tan bien presentado que parecía ser un amuleto o algo así. No logré entender finalmente si era o no un presente, pero había que arriesgar: Me
decidí por la opción de que afirmativamente lo era, le agradecí, y lo guardé en
mi bolsillo.
Agustina, Samir y yo, rumbo a Sarajevo |
Una flor con pétalos blancos y pistilo verde: El símbolo que recuerda a las miles de víctimas de Srebrenica. |
Unos kilómetros más
tarde, Sultán, sin preguntar y con toda autoridad, paró su camioneta para ir
por un café. Es que el café para los bosnios es como para un escandinavo la
cerveza o para un Ruso el vodka, y esto se debe al origen otománico que tienen
los eslavos. No omitimos objeción
alguna, y lo seguimos en medio de una lluvia torrencial que había en ese
pequeño pueblo atravesado por un rio y que parecía ser uno de los principales
destinos turísticos para un país que prácticamente no tiene salida al mar. Así
fue que pensé que sería cortés tratar de saber cuál era el origen de su
obsequio, pregunte por el WIFI y conecté mi celular. Puse en Google algo así
como “Srebrenitza guerra”, y a los pocos segundos “¡Srebrenica!”, exclamé con
un tono bastante más alto de lo normal.
Es que días antes,
comentándole a mi viejo por WhatsApp acerca de nuestras aventuras en Mostar, yo
le decía que los bosnios habían sido los que más sufrieron la guerra, y él me
dijo que tampoco eran “Carmelitas descalzas”, ya que habían llevado a cabo la
masacre de Srebrenica. No investigué acerca de eso, pero me quedó ese
comentario dando vueltas por la cabeza. Era cierto que los que perpetuaron esa
masacre en parte fueron bosnios, pero en su mayoría fueron los bosnios serbios,
que eran pro Serbia y estaban totalmente en contra de la independencia de
Bosnia–Herzegovina. Así fue como me puse a leer que era lo que había pasado, y
una emoción infinita me recorrió todo el cuerpo al ver la manera en que se
habían unido los puntos.
La masacre de
Srebrenica consistió en el genocidio perpetrado sobre aproximadamente 8000
personas pertenecientes a la etnia bosnia-musulmana, durante lo que se conoció
como la Guerra de Bosnia. Esta guerra se originó luego de que la Republica de
Bosnia–Herzegovina, siguiendo los pasos de Eslovenia primero y Croacia después,
decidiera, en función de los resultados de un referéndum, independizarse de la
ex Yugoslavia en el año 1991, logrando posteriormente ser reconocidos como
independientes por la Comunidad Europea y los Estados Unidos.
Pero había un
problema, claro, y era que Bosnia estaba constituida por tres grandes etnias mayoritarias:
Los bosnios de origen musulmán (Los únicos que se sentían justamente como bosnios),
bosnios de origen serbio (De religión católica ortodoxa, y con un sentimiento
nacionalista hacia Serbia), y bosnios de origen croata (De religión católica y
de identificación croata). Y si bien hubo conflictos a lo largo y ancho del
país, lo peor se vivió en el este, en la región fronteriza entre Bosnia y
Serbia.
Mapa donde se muestra cual era la mayoría étnica en cada sector (Fuente: Elordenmundial.com) |
Los serbobosnios que
vivían en Bosnia no querían saber nada con quedar “atrapados” dentro de un país
al que sentían que no pertenecían. Porque claro, no era lo mismo sentirse serbio
viviendo en Bosnia, pero bajo la bandera yugoslava, que sentirse serbio en una
Bosnia totalmente independiente. Intentaron boicotear sin éxito el referéndum
independentista, entonces, luego de fallar y una vez declarada la independencia, los integrantes
del Ejército yugoslavo en Bosnia, de origen serbio, formaron el Ejército de la República
Srpska, que sería el ejército representante de la República Serbia dentro de
Bosnia - Herzegovina. Algo así como un país dentro de un país.
El conflicto duró 3
años y 8 meses, desde el 06/04/92 hasta el 14/12/95, y básicamente enfrento a
lo que fue el nuevo Ejército de la Republica de Bosnia - Herzegovina (ARBiH), con
ayuda parcial del Ejército de Croacia, y al Ejército de la República Srpska
(VRS), con colaboración del JPA (Ejercito de la Ex Yugoslavia). Pero lo peor se
vivió allí, en Srebrenica.
UN GENOCIDIO EN LA EUROPA CONTEMPORÁNEA
¿Que ocurrió en
Srebrenica? Difícil de entender y difícil de explicar, pero vale la pena
saberlo: La parte serbia de una Yugoslavia que se estaba desintegrando, intentaba
mantener dentro de la federación a los sectores bosnios con mayoría serbia,
como para proteger a sus integrantes, aunque la realidad es que los serbios
hace mucho tiempo añoraban con formar lo que ellos denominaban la Gran Serbia,
un territorio - estado integrado por todos los territorios donde eran mayoría. Es
decir, a pesar de que Serbia se opuso a que se desmembrara Yugoslavia, bien es
sabido que ellos eran los primeros en añorar su propia independencia. El área
de Podrinje Central, era un territorio de mayoría Bosnia Musulmana en medio de
toda una región habitada por serbios, lo que representaba un escollo para estos
últimos. ¿Como podían anexar toda una
región, si había un punto en el medio en donde los que eran mayoría eran los bosnios
musulmanes?
Fácil: Hacer una
limpieza étnica. Si “limpiaban” la zona de bosnios musulmanes, ya no serían
mayoría en aquellos territorios, y en una futura repartición de tierras, toda
esa región del Este de Bosnia pasaría a ser parte de la Gran Serbia, porque en
TODO el territorio en cuestión la etnia serbia era mayoría.
Cuando los soldados
del VRS (Dijimos que eran el ejército de la República Srpska, o sea el ejército
formado por los soldados serbobosnios que pertenecieron al ejército Yugoslavo) atacaban
las pocas ciudades al este de Bosnia que tenían mayoría musulmana, los pobladores
se veían obligados a huir a Srebrenica, un pequeño reducto en la región que aún
estaba a manos de los bosnios. Dada la situación
de aquel entonces, en donde Srebrenica estaba superpoblada y en estado de sitio, la ONU,
de papel vergonzoso durante la guerra de Bosnia, decidió declarar al área de
Srebrenica como una “Zona segura”, custodiada por los soldados denominados
“Cascos azules”, y se le asignó esta misión al sector del Ejército holandés. De
esta manera, los serbios ya no la podrían atacar, y esto suponía que los bosnios
iban a estar seguros.
De alguna manera, para
las autoridades bosnias, la decisión de declarar a Srebrenica una “Zona
segura”, era aceptar la limpieza étnica, ya que encubiertamente la ONU estaba
“Diciendo” que este era el único lugar en toda la región en la que podían
seguir estando los bosnios musulmanes. Pero lo importante se suponía que era
salvar la mayor cantidad de vidas. Digo “Se suponía”, porque según el discurso público
del comandante de las fuerzas de la ONU, el marroquí con nacionalidad franesa Philippe Morillon, Srebrenica estaba
bajo la protección de la ONU y jamás sería abandonada. Sin embargo, la
comunidad internacional se rehusó a aportar las tropas de apoyo que se les
solicitaban, y el escaso número de soldados solo estaba autorizado a actuar en
defensa propia y no en defensa de los civiles. Viendo la “tibieza de
la ONU”, los serbios empezaron a presionar sobre Srebrenica. La ONU no enviaba más
fuerzas. Las que ya estaban se veían acechadas. El corredor humanitario que permitía
la llegada de suministros estaba bloqueado. Y el pánico, la desesperanza y el
hambre empezaron a hacerse presentes en Srebrenica.
El 2 de Julio de 1995
fue el día clave: Srebrenica, dada su condición de enclave seguro por la ONU, tenía
hasta ese entonces 60.000 civiles refugiados en la ciudad. Ratko Mladić decidió que era el momento de atacar. El 6 de julio,
dos columnas del ejército de la VRS penetraron en el área Srebrenica quedando a
tan solo 1km de la ciudad. El 8 de julio, el único blindado holandés que
pretendía frenar el paso de la VRS fue atacado y decidió retirarse, a pesar del
reclamo de los Bosnios. Tal fue la bronca y desazón, que un bosnio decidió
arrojar contra el blindado una granada de mano, matando a un soldado holandés.
Si, la situación era tan ridícula que los bosnios asesinaban a quienes se
supone que los protegerían.
Mladic y las tropas de la VRS (Fuente: https://www.taringa.net/posts/info/14175991/Megapost-La-caida-de-Yugoslavia-socialista.html) |
La resistencia bosnia
era casi inexistente. Las fuerzas de la ONU estaban pintadas. Y la OTAN, por
diferentes motivos, denegaba los pedidos de soporte aéreo que se le solicitaban.
Decidieron finalmente actuar tarde, pero terminaron declinando sus ataques, en
primer lugar, por la escaza visibilidad de la zona, y en segundo lugar, porque
los serbobosnios amenazaron con matar a 55 soldados holandeses si los ataques
continuaban. La mesa estaba servida para el Carnicero Mladić y sus amigos.
El 11 de Julio, Srebrenica había caído en manos del VRS. Si, los serbobosnios actuaron por sobre la ONU por sobre y la OTAN. "Como si nada"
El 11 de Julio, Srebrenica había caído en manos del VRS. Si, los serbobosnios actuaron por sobre la ONU por sobre y la OTAN. "Como si nada"
MUJERES Y NIÑOS POR UN LADO, HOMBRES POR EL OTRO: COMIENZO DE LA MASACRE
Lo peor en Srebrenica
estaba por venir. 25000 personas, en su mayoría mujeres, niños y ancianos,
tuvieron que dirigirse a la fábrica de baterías de la ciudad de Potocari, donde
estaba el cuartel general de los cascos azules, para poder refugiarse allí,
mientras en la TV Serbia se mostraba como un cariñoso Mladić y sus secuaces asistían a los refugiados, les pedían
por favor que procedieran ordenadamente y les convidaban agua y dulces a los
niños, mostrando un supuesto lado benevolente.
Al mismo tiempo, otros
15.000 civiles, en su mayoría hombres que internamente se los consideraba con
la capacidad de portar armas, y soldados del ARBiH, huían de lo peor, corriendo
por el bosque hacia la ciudad de Tuzla para poder alcanzar el territorio
controlado por el gobierno de Sarajevo. La columna se dividió en varios
bloques, liderando cada uno de ellos una selección de pequeños grupos
militares, que asumían el cuidado del resto de los refugiados.
Para el 11 de Julio,
la situación era desesperante. Los 25.000 refugiados en Potocari estaban
desesperados, los vivieres no alcanzaban y el terror dominaba el cuadro. Simultáneamente,
un eufórico Mladić le hablaba a su país
ante las cámaras de televisión serbias: “… Entregamos esta ciudad a la nación serbia,
recordando el levantamiento contra los turcos (Refiriéndose a los Otomanos). Ha
llegado el momento de vengarse de los musulmanes”.
El 12 de Julio, Mladić se reunió en un hotel de Bratunac, muy cerca de
Potocari, con el comandante de la fuerza de los cascos azules holandeses,
Thomas Karremans. Este último, con tal de poder avanzar en algún tipo de
negociación que aliviase la situación, aceptó todos los requerimientos de
Mladić, entre ellos, que se los fotografiara juntos bebiendo aguardiente. Esta
imagen se divulgó rápidamente y de manera viralizada por una Serbia cuya población en gran
parte estaba exaltada y orgullosa. Propaganda en su máxima expresión.
Mladić, Karremans y cía, compartiendo un aguardiente. |
LA SOLUCIÓN FINAL
Entre los 25.000
refugiados de Potocari, se detectaron 1.700 hombres, que fueron separados y
enviados a ciudades vecinas, donde fueron masacrados de diferentes
maneras. Los que quedaban en Srebrenica veían
como la ira y el desprecio crecía entre los soldados de la VRS, que comenzaron incendiando
casas para llegar a cometer todo tipo de violaciones de los derechos humanos,
incluso una cuasi ejecución azarosa de los refugiados.
Tal era la obsesión de
aniquilar a todas las personas de sexo masculino, que la VRS frenaba a los
buses de refugiados que viajaban hacia el norte, más que nada a la ciudad de
Kladanj (Territorios de Bosnia que eran en su mayoría musulmanes), para ver si
no había hombres infiltrados, y en el caso de hallarlos, los bajaban de los
buses y los ejecutaban. Y de vez en cuando, algún niño o anciano también se
llevaba el premio mayor.
Los serbios ante las cámaras
de televisión les decían a las mujeres que los hombres a los que separaban de ellas
luego serían enviados en buses hacia el norte para reencontrase con sus
familias. Pero cuando las cámaras se apagaban, la única realidad era que eran
llevados en buses a aquellos sitios donde serian ejecutados. Si, un cuadro
similar al del régimen nazi enviando en trenes a sus víctimas hacia los campos
de exterminio.
Las negociaciones de
los representantes de la ONU con los serbobosnios lograron que los refugiados
sean trasladados hacia los territorios controlados por el Gobierno por
Sarajevo, aunque obviamente más de un bus se “perdió en el camino” y nunca
llegó a destino.
Por su parte, la
columna de 15.000 hombres que huían en situaciones desesperantes hacia Tuzla,
fue interceptada por Rodovan Karadžić, mano derecha de Mladić, quien le comunicó por radio a sus tropas: “Matadlos,
no necesitamos a nadie vivo”. Esta orden fue interceptada y grabada por
operadores de radio bosnios, lo que luego sirvió como prueba para los
posteriores juicios en La Haya.
El 12 de Julio el VRS
les realizó una emboscada a la altura de la colina de Kamenica, atacando a los
Bosnios Musulmanes con artillería pesada. Solo aquellos que pertenecían a la columna
y estaban armados pudieron defenderse. De esta manera, muchos de los
refugiados que escapaban fueron asesinados durante el combate, mientras que
otros huyeron en diferentes direcciones, y otros tantos lograron continuar el
camino hacia Tuzla.
Aquellos que permanecieron
en el bosque, imposibilitados de continuar camino por el bloqueo que
emprendieron los soldados de la VRS, recibieron el acercamiento de supuestos
soldados de paz de la ONU, que en realidad eran soldados Serbobosnios vestidos
con trajes robados, que incitaban a los refugiados a que llamaran a sus
camaradas escondidos también en el bosque, para luego acabar con todos ellos. También
se les ofrecía a algunos de ellos entregarse a las fuerzas de la VRS, para ser
canjeados luego por soldados capturados por las fuerzas del ARBiH, cosa que jamás
sucedería y terminarían corriendo la misma triste suerte.
Finalmente, se puede
decir que de los 25.000 refugiados que debían llegar hacia el norte de Bosnia,
muchos eran hombres infiltrados que fueron asesinados, mientras que otros tanto
fueron masacrados por diferentes motivos, con lo cual el número que llego hacia
el destino final fue mucho menor. De los 15.000 hombres que escaparon hacia
Tuzla, muchos fueron asesinados en combate, otros simplemente masacrados,
algunos se suicidaron, otros al día de hoy siguen desaparecidos, y solo un pequeño
grupo llegó al destino final, en situaciones catastróficas, con hambre, casi sin
vestiduras, exhaustos y fuertes crisis nerviosas.
LO QUE NOS DEJÓ SREBRENICA
¿Qué le dejó Srebrenica a los bosnios? La dura cifra de unas 8.372 personas masacradas, y varias miles más que
fueron violadas, torturadas y desaparecidas. ¿A la ONU? Un recuerdo vergonzoso e imborrable de un accionar muy
alejado de los ideales que la llevaron a su creación, allá por el año 1945. ¿A la OTAN? La muestra de tibieza y
parcialidad. ¿A Europa? Un revés
importante para una comunidad europea formada tan solo 2 años antes, en un
continente que se creía desarrollado y modelo para el resto del mundo, y donde
se suponía que algunas cosas ya no pasaban. “Se perdió la conciencia de una
Europa unida”, he leído por ahí. ¿A los serbios?
Una imagen triste para el mundo, y una mochila muy pesada para todas aquellos serbios que nada tienen que ver con estas ideas tan inhumanas. También fue un factor condicionante para la posterior pérdida de Kosovo, y una distancia enorme, no solo en cuanto a
kilómetros, del sueño de una "Gran Serbia". ¿A
los holandeses? Una condena moral internacional, pero también de los propios holandeses, que terminó con la renuncia del primer ministro Wim Kok, y de todo su gabinete. ¿A Mladić? La imborrable figura
de ser uno de los dos principales responsables de la masacre. Fue acusado, se fugó
y cambió su identidad, fue encontrado en el año 2011 a 80km de Belgrado,
juzgado en La Haya y condenado este año (2017) a cadena perpetua. ¿A Rodovan Karadžić? La figura de haber sido el principal
co-responsable de la masacre. También fue acusado y también se fugó. Fue encontrado en
el año 2008 en Belgrado, con una identidad falsa y trabajando como médico (Era
licenciado en Psiquiatría). Tras 8 años de juicio, fue condenado a 40 años de
prisión el año pasado como máximo responsable del genocidio de Srebrenica y el
sitio de Sarajevo. ¿A Slobodan Miloŝević,
presidente de Yugoslavia en ese entonces? Su detención en el año
2001 y el juicio que comenzó en el año 2002, el cual fue interrumpido por su muerte en prisión en el año 2006 por "Causas
naturales", sin dejar de mencionar las teorías de suicidio y asesinato, y un
entierro al cual asistieron 50000 personas. ¿Al mariscal Josip Broz Tito, eterno primer ministro de la República
Federativa Socialista de Yugoslavia? No sabemos porque
no vivió nada de ello, pero si se levantara de la tumba y viera lo que fue de
su querida y hermanada Yugoslavia, seguramente volvería a su fosa. ¿Y a mí? A mí me dejo la creación de un
lazo difícilmente de romper con Bosnia y su gente, un gran recuerdo del “Sultán”
Samir, una gran emoción por la conexión con mi viejo que me llevó a interiorizarme sobre la
masacre de Srebrenica, y por sobre todas las cosas, una nueva muestra que
confirma aún más mi teoría de que el miedo a preguntar es un pecado.
NUNCA OLVIDES SREBRENICA |
FUENTES:
Muestra fotográfica “Gallery
11/07/95” (Sarajevo)
https://es.wikipedia.org/Wiki/Masacre_de_Srebrenica
https://es.wikipedia.org/wiki/Ratko_Mladi%C4%87
Geniooo
ResponderEliminarMuy completo, falta la versión serbia pero la masacre habla por si sola. (lo de la Bersuit....)
ResponderEliminarEs cierto. No llegue a tanto, pero tal vez la version Serbia, sin quitar "merito", haria la nota mas enriquecedora. Gracias x tomarte el trabajo de leerlo y comentar!
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